El futuro cinematográfico

Por: Jacqueline Ponce León

La industria del entretenimiento en México es un sector en expansión que ofrece diversos campos de desarrollo en cada uno de los segmentos que abraca, uno de ellos el cine. Con base en el estudio Entertainment and Media Outlook Mexico 2016-2020, la consultoría PwC analizó la evolución de los distintos segmentos.

Como resultado al estudio, en el sector cinematográfico, México goza de un periodo de crecimiento sostenido, debido a la creación de nuevos productos, la apertura de salas cinematográficas y el alza del costo de los boletos para las funciones. Según la consultoría, los ingresos de la industria podrían ser de 999 millones de dólares en el 2020.

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El cine es uno de los productos de entretenimiento que más nos gusta a los mexicanos. Pese a que no es muy económico, de acuerdo con cifras preliminares de 2016 de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), el año pasado se vendieron 327 millones de boletos, un crecimiento del 10% con respecto al año anterior.

Sin embargo, no todas las personas asistimos al mismo tipo de sala, a las mismas funciones y por ende a las mismas cadenas de cine que ofrecen desde las salas tradicionales hasta las VIP, las cuales brindan un servicio más personalizado y mayores comodidades.

“En toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad”, según Michael Foucault en su libro El orden del discurso.

En México existen dos cadenas principales: Cinépolis y Cinemex, sin embargo, hay otras propuestas para disfrutar del cine, por ejemplo: la Cineteca o el Centro Cultural Universitario. Otra excelente propuesta es la séptima edición de FICUNAM (Festival Internacional de Cine UNAM.

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“Lo nuevo no está en lo que se dice sino en el acontecimiento de su retorno”, según Foucault.

Traigo esta frase a colación, ya que en ocasiones hay expertos en cine que quieren demostrar dar buenos comentarios al hablar de cine; sin embargo, en ocasiones repiten cosas que ya fueron dichas, comentan lo que ya se ha dicho y han comentado los demás. Como quizá yo podría hacerlo en esta entrada, pero con la única diferencia que no soy experta y que ellos forman una sociedad del discurso.

Hago estas comparaciones entre el cine comercial y el cine de alguna manera independiente, ya que Michael Foucault establece una división en los procedimientos de sumisión del discurso y una de esas categorías es la del enrarecimiento, por lo que existen rangos de quienes si tienen la calificación y quiénes no para tener un mayor alcance con el público.cine

Es importante destacar que existen condiciones de los discursos y su utilización, por lo que en las producciones audiovisuales debe existir un discurso y un orden para que pueda transmitir y proyectar algún sentimiento o emoción en los espectadores. Retomo a Eliseo Verón con Efectos de agenda cuando hace referencia a las narrativas sociales, todo lo que vivimos y se concreta en discursos y acciones, las cuales pueden ser llevadas a la pantalla grande.

Lo cierto es que la cinematografía es toda una disciplina, lo cual nos podría llevar a un control del discurso y sumisión. En las películas no siempre se hablará de todo. Hay temas que son prohibidos. Pero para realmente poder hablar de algo es necesario conocerlo a profundidad para hacer una crítica dura, de lo contrario se haría una crítica suave.

En el Miradas al cine mexicano, editado por la Secretaría de Cultura a través del Instituto Mexicano de Cinematográfica (Imcine). Son 35 ensayos que estudian, critican y analizan los temas sobre historia de la cinematografía nacional para brindar un panorama sobre el devenir fílmico nacional, por lo que si se quiere hablar de cine, no estaría nada mal leerlo.

Un comentario sobre “El futuro cinematográfico

  1. Hola, Jacqueline:

    Me parece necesario el uso de datos para sustentar ciertos análisis, sin embargo tú das al lector muchas cifras y poco análisis. Hay algunos errores de dedo, pero uno bastante grave es poner Michael Foucault en lugar de Michel Foucault [miˈʃɛl fuˡko] lo cual le quita seriedad a tus citas ¿Cómo citar a alguien que no podemos atribuir correctamente?

    Más que leer análisis de cine, como sugieres, me parece que podrías tomar esas líneas de investigación que dejas un poco olvidadas: la dicotomía cine comercial y cine independiente ¿Cuáles son las diferencias? ¿Qué implicaciones discursivas tienen? ¿Quién puede producir cine en México? ¿Bajo qué condiciones? ¿Qué cine se ve en México? ¿Por qué?

    Entras en algunos segmentos atinadamente, por ejemplo, cuando mencionas a propósito de Foucault que no cualquiera puede hablar de cierto tema, hay credenciales que nos permiten enunciar y lo asocias al tipo de cine que se hace en México, sin duda uno de los mejores párrafos, porque se puede notar tu lectura del tema bajo una excelente lupa teórica.

    Pienso que estás encontrando más información y ángulos del tema, y que irás refinando tus anotaciones al respecto. Por cierto, al ser constante -como lo has sido- con tus entradas te estás especializando en el tema.

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