Mejor que ficción

Por Eric Ramírez

La naturalización no depende de una repetición continua de las cosas, sino de una convención social que estipule y diga que se normaliza y qué no. Esta convención tiene que estar definida por un consenso de individuos, más no por todos. Es una forma de hacer sentir mejor a la mayoría y que estos arrastren a otros a su realidad, estén equivocados o no.

Sin embargo, a la hora de aprender nuevas cuestiones, ya sea de la vida, del trabajo o de alguna actividad escolar, siempre hace falta la repetición para corroborar lo aprendido. Este conocimiento es un poder y si uno lo puede explicar con sus palabras y a alguien que no sepa nada, el tema quedará completamente claro.

Ahora, se han imaginado este proceso a la inversa y en el que los ejemplos vengan antes que la lección, sería algo hasta contradictorio, pues entre tantos temas la gente podía confundirse y mezclar todo lo aprendido. Sería incluso contraproducente pues no sabrían lo que la gente está aprendiendo y desaprendiendo, no habría un hecho real en el cual volver a explicar la lección; el hecho es el ejemplo, pero el ejemplo ya fue usado así que habría que buscar otro.

¿Se imaginan si funcionara el aprender al revés? Si antes de conocer cuando es “2X2”, sabríamos que es cuatro, pero sin ningún procedimiento que lo demuestre. Más allá del lenguaje, en el que primero aprendemos el habla y luego las reglas gramaticales y formas, esta forma parecería imposible de repetirse. Pero, justamente esa es la lección que nos dejó dejo Jot Down esta semana, con dos temas alejados, pero cercanos en contenido. La guerra.

Hace unas cuantas semanas, el doctor en Ciencias Políticas y colaborador de la revista Jot Down, Pablo Simón, hizo un artículo donde analizaba los errores de la nueva república galáctica en el universo de StarWars. Para contextualizar el tema (SPOILER ALERT), en el episodio seis de la saga, cuando el imperio, comandado por el emperador Palpatine y su aprendiz Darth Vader, fue derrotado, el siguiente paso era la reconstrucción de un gobierno en la república.

Este nuevo destino fue comandado por la princesa Leía, quien era líder de los “rebeldes”. En el afán de diferenciarse del antiguo imperio, el error de la nueva república fue comportarse demasiado bondadosos con quienes antes eran sus enemigos, permitiendo que esta ira de la derrota se desarrollará hasta un nuevo levantamiento.

Lo anterior es sólo la base al análisis político que hace el autor sobre los errores de la Nueva Republica Galáctica, tratando los temas como si fueran completamente reales y dándole a la vez un toque narrativo, que lejos de parecer ficticio o muy pesado, se hace ligero para el autor, pues es un universo que forma parte de la cultura popular. Justamente es la forma narrativa, la que vuelve digerible al texto más allá de que haya algunos tecnicismos.

Semanas después, Jot Down como parte de su agenda política, toca por vez primera el tema de Rumanía y el hartazgo de la gente con la corrupción en Rumania. Este tema, había estado en la agenda de diferentes medios internacionales como El País, The Huff Post, The New York Times, CNN, entre otros. Dentro de la agenda del país, los diarios El Universal, Excélsior, La Jornada, Milenio, habían tocado el tema sin afán de profundizar mayormente en este.

Este tema está en boca de gran parte de Europa, por las repercusiones que podría traer y porque toca temas de racismo (que últimamente es tendencia mundial), populismo, abuso de autoridad y corrupción. Además de enfrentar una división de clases y generaciones en aquel país, pues los jóvenes de las clases medias y medias altas, atacan a las clases populares culpándolos de que son un detenimiento para el desarrollo del país. A este problema hay que agregarle al Partido Socialdemócrata de Rumania, pues fue el factor principal para que los jóvenes tomaran acción de protesta.

Al igual que el texto de Star Wars, la narrativa es digerible, empieza contextualizando y termina haciendo un análisis político de lo que puede y no puede pasar con este conflicto. Al leerlo, pareciera que el lector sigue leyendo las palabras de Pablo Simón, pero no es así, pues el texto de Rumania lo escribió Álex Amaya Quer, un colaborador nuevo, pues es su primer texto en la revista.

Pero al leer los dos en el orden de publicación, uno realmente entiende cual es el problema. Esta es una de las formas de identidad y de ganarse al usuario, pues a través de explicar un problema ficticio pero cercano al lector, el siguiente texto va a ser una réplica aplicada en la vida cotidiana.

La revista hizo un buen uso del gancho para atraer gente a leer su revista y después que comiencen a leer otros artículos. La revista tiene una ideología de apoyo al conocimiento y el aprendizaje, lo demuestran con sus artículos. A la vez, es legitimada con textos que son entendibles y digeribles, con análisis que parecen un juego de palabras, pero donde después de unas cuantas semanas entiendes su cometido.

Cabe destacar, que, así como la revista lo hizo con el tema Trump, este tema de Rumania, que es más cercana a la revista española, también tardo en entrar a la agenda. ¿Será que esta es la forma en que la revista trabaja, primero explicando y dando ejemplos y después entrando de lleno a los temas de agenda? Aún es muy pronto para responder este cuestionamiento, sin embargo, lo único seguro es que es el último medio que tocó el tema, pero a la vez, el que mejor contexto hizo alrededor del análisis.

Un comentario sobre “Mejor que ficción

  1. Eric:
    Por lo que entiendo tomaste como punto de partida el concepto de naturalización y como esta no se da a través de la repetición. Sin embargo, no queda claro por qué asumes que el orden en el que están los textos es una forma de identidad, ¿para quién?

    También mencionas que el medio fue «el último en tocar el tema», pero, ¿entre cuántos medios?, ¿cómo afirmas que fue el último en abordadarlo?
    Por lo demás solo tengo una sugerencia: cuida los dedazos.

    -Montserrat Antúnez Estrada

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