Por Guadalupe Jimarez
Tema: el campo en México
Sí, los medios de comunicación masiva no engañan a sus receptores, pero sí defenderán y compartirán sus nociones del bien y el mal. Regularán sus discursos, de esta forma corresponderán con aquello que desean representar. Por tanto, si se cree en su discurso, se aceptará el sesgo de información (y realidad) al cual consumiremos y tenderemos a naturalizarlo.
La sociedad mexicana está segregada. Tendemos a evaluar al otro con base en criterios basados en el cuánto y cómo. Cuánto ganas, cómo vistes, cuánto tienes, cómo piensas. No obstante dejamos poco espacio para preguntarnos por qué. Pues en realidad, no interesa. «Lo que vemos es lo que hay». Así, conforman una especie de institución, la cual se encarga de calificar a los individuos. Esta determinará si el individuo es digno de atención o puede ser castigado y ser ignorado.
La concepción del campesino mexicano ha sido la cara que nos ha otorgado el mundo. La idea de un hombre dormido bajo la sombra de un nopal se ha naturalizado a nivel mundial y nacional que perezoso, burlón, despreocupado parecen acompañar la imagen de cada habitante de México. Sin embargo, aquí en México es distinto. Saboteamos a nuestra conveniencia actitudes poco positivas. «Somos chingones y cabrones», mencionamos después de ganarle el lugar de estacionamiento a alguien. Vemos logros donde lo existente es una clara falta de valores.
El discurso es de carácter excluyente. Pretende aislar a los componentes que no le interesan. Uno de ellos es el ámbito campesino. Este queda fuera pues al agricultor se le concibe como un ente ajeno al canon. No cumple con los valores defendidos y establecidos por la sociedad mexicana.
De acuerdo a Ferguson, el discurso son los modos de habla sistemáticamente organizados. Asimismo, es un conjunto de enunciaciones que expresan los significados y valores de una institución. Definen, delimitan y describen lo que es posible o no decir y hacer. Por tanto, el discurso emitido por la institución de la sociedad mexicana corresponderá a su ideología. Cuyo fin será propagarla.
Se tiende a atacar aquello que no conocemos, no converge con nuestras ideas, no evoluciona de igual forma. En este caso, resentimos esa otredad en el sector campesino. Le ninguneamos, lo pobreteamos. Pues es diferente, es el otro. Fergurson denomina como «reserva discursiva» al «complejo y cambiante conjunto de posibilidades, en cualquier situación, de cambio de significado. Es socialmente adquirida y sostenida, por ello, «campesino», a través del tiempo, ha ido evolucionando en su significado. Pasó de ser un oficio a establecerse como una clase de insulto. De manera que se le atribuyen sinónimos como: ignorante, dejado, desdeñado. Algo similar sucede con el concepto «indio».
En los medios de comunicación, exactamente en la prensa, leemos un discurso no explícito acerca de los agricultores. «Campesinos de Oaxaca dejan el maíz por la marihuana y amapola», «Bancos no confían en campesinos», «Campesinos de Chiapas acusan a policías y paramilitares del asesinato de adolescente», «Campesinos liberan la caseta Cuacnopalan-Oaxaca en repudio a la privatización del agua». Una idea latente es que el gremio agricultor carece de un pleno ejercicio de derechos, es violentado, tiene que incurrir en ilegalidades para poder subsistir, etc.
Quizás, los titulares anteriores no pretendan connotar algo; sin embargo, son un signo que se da bajo un contexto en específico, por tanto, es susceptible de hallar receptores que puedan leerlo. Por otro lado, para determinar qué es lo latente y muestra una tendencia en cada una de las notas periodísticas, es necesario preguntarse: a raíz de estos titulares, ¿cómo concibo a los campesinos?
De igual forma, sabremos cuál es nuestra percepción al mundo ante esta representación mediática, pues la primera corresponde a la segunda, y viceversa. Pues los medios de comunicación masiva se alimentan de concepciones y éstas, de contenidos mediáticos. De tal manera que se ha establecido: para dar una opinión, es necesario documentarse antes.
Fuentes consultadas
Análisis de Políticas de Comunicación 
Me parece muy acertado el análisis que realizas en el texto en el sentido de la «otredad» en relación al campo, pues precisamente es la manera en como se concibe en México a los campesinos, como parte del paisaje, pero no de la realidad nacional. Justo no se les considera, porque se nos presentan como ajenos a nosotros (sobre todo a los citadinos), porque a pesar de que nos hallamos en un contexto de multiculturalidad y diversidad, es casi imposible una total o por lo menos parcial inclusión de todos los grupos y segmentos.
Siempre serán los «otros», en tanto las relaciones de poder sean dominantes del lado de la capital, lo cual podría ser un tema también interesante de abordar, de cómo el hecho de la centralidad y concentración en la Ciudad de México ha provocado precisamente esa marginación de lugares como el campo, en especial en los medios de comunicación como lo mencionas.
Además, podría sugerir a Rulfo como una visión enfocada en cómo se percibe al campo en el país. En general, me parece bastante oportuno el texto, y bien relacionado con la cobertura mediática y las categorías de análisis.
Saludos.
-Ana Añorve Vidal
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Hola, Guadalupe.
Tus entradas (todas) han sido sumamente interesantes y muy pertinentes en cuanto a lo que exige este ejercicio.
En esta última ya relacionaste los textos de la clase (Ferguson) con tu tema y sí te podría pedir que lo hicieras más.
Por último, hay datos muy interesantes en este último texto con el que podrías desarrollar cosas muy interesantes: ¿cómo el campo ha sido afectado por el narcotráfico? Ojalá puedas encontrar algo y lo puedas vincular con el texto de Foucault.
Por favor, no aflojes el paso porque haces un excelente trabajo.
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