El campo en el cine mexicano

Tema: El campo en México

Por Guadalupe Jimarez

Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), desde la década de los 50 hasta los noventa, la población rural mexicana representaba alrededor del 57% de la población total del país; sin embargo, para el año 2010, esa cifra disminuyó hasta consolidarse en 22%.

Para algunos, se trata de una forma de vida arcaica. No obstante, otros resultan ser osados y predicen su extinción segura. ¿Qué decir? ¿Será el mismo dilema del libro impreso frente al digital? Tal vez no, pero la disminución de habitantes en zonas no urbanas es notorio. El crecimiento de «ciudades habitación»y el aumento de departamentos frente al de la construcción de casas es indiscutible. Basta con dar la vuelta y notar que en la CDMX el espacio ya no basta. Por tanto, es necesario crecer de forma vertical.

El cine: entertainment, arte, o simplemente, «ente mainstream» se ha determinado a ilustrar la realidad, a hacer referencia a ésta con base en la percepción del creador. Ante ello, es necesario recordar: «cada cabeza es un mundo», para comprender la existencia de concepciones aceptadas y finalmente, naturalizadas que derivarán en estereotipos.

De esta manera, los medios de comunicación masiva reiterarán temas estereotipados anteriormente en otros formatos y medios para transmitirlos con el objetivo de lograr la atención de los receptores. El cine construirá «socialmente la realidad a partir de argumentos preexitentes, adaptándolos al lenguaje audiovisual». Por ello, vale la pena reflexionar: ¿cómo vemos al campo a través del cine?

En 1947, el cineasta mexicano, Emilio «El Indio» Fernández llevó a la «pantalla grande» el filme Río Escondido. Esta película trajo consigo una ola de polémica, pues Fernández fotografió en Technicolor una secuencia en la se ven los murales de Diego Rivera en el Palacio Nacional; la campana de Dolores y el patio de Palacio «conversan» con María Félix.  La trama:

Drama rural. Por encargo del propio presidente de la república y a pesar de que está enferma del corazón, la maestra rural Rosaura Salazar (María Félix) sale rumbo al pueblo de Río Escondido para encargarse de la escuela que lleva meses cerrada. Tras su llegada, Rosaura debe enfrentar al cacique Regino Sandoval (Carlos López Moctezuma), quien explota y niega el agua a los campesinos y ha clausurado la escuela. Pero el problema para Rosaura aumenta cuando Regino se enamora de ella.

Fuente: El edén sideral

Arriesgada en cuanto a técnica, la narración de Río Escondido no rompe clichés. El discurso está cargado de nacionalismo. Se habla de patria y lucha como elementos conformadores de México. Juárez e Hidalgo son los personajes que «rompieron cadenas y tocaron campanas» en pro del bienestar del mexicano. Hay héroes y villanos: los profesores y los médicos forman parte del primer grupo, al igual que el presidente. Mientras que los caciques, la gente iletrada (y aquella que vive en el campo) conforma al segundo.  En suma, se afirma en el filme: «México carece de alfabeto y moralidad social». Se forjan y alimentan estereotipos que hasta hoy acompañan a la mexicaneidad.

El campo se presenta como un ámbito inactivo, viciado por la codicia. Los campesinos son personas adoradoras del «jefe»: le son fieles. Asimismo, casi ninguno se muestra amable ante la presencia de la educación en el pueblo. Regino Sandoval, «el jefe», posee actitudes misóginas y violenta a los animales. Mata a profesionistas; héroes mexicanos. Dichas prácticas jamás le son atribuidas a hombres pertenecientes a la ciudad.  Por otro lado, las mujeres son abnegadas.

Lippman en La Opinión Pública, define la función del estereotipo: «proporcionar un determinado mecanismo de percepción inevitable y eficiente, elaborado por el individuo o su grupo». Santoro, por su parte, afirma que «los estereotipos son impresiones fijas que se van adecuando paulatinamente a los hechos que tienen a representar». Poco a poco se va estableciendo como una creencia aceptada a base de un consenso social acerca de las características de grupos sociales. Ya sean negativas o positivas.

Más allá de esto, los estereotipos se consolidan como una forma de organización de percepciones. Se simplifica la información externa para posibilitar la adaptación al mundo por parte del individuo. Tajfel asevera que la estructura de estos pasa por tres procesos de carácter cognitivo:

  1. La categorización: la segmentación del todo social en partes o subconjuntos definidos y estables.

2. La comparación social: la oposición simbólica o el enfrentamiento social entre los conjuntos así definidos.

3. La atribución de características: la asignación de contenidos estables que justifican la categorización o parcelación establecida.

De esta forma, de acuerdo con Tajfel, la sociedad se ha dividido entre los indios o campesinos (pues no hay una distinción clara entre ambos conceptos al referirse a uno u otro) y los letrados, aquellos que no son ignorantes, pues el analfabetismo es el mayor enemigo en Río Escondido. Al establecerse estas distinciones, se consolida la otredad y por tanto, ambos bandos estarán en pugna por su respectivo deseo de permanecer uno por encima del otro. Esta lucha se justifica con los estereotipos.

Así, la ignorancia no forma parte del lado «bueno», por tanto, la educación será la solución, «la luz». Y, la ciudad se consolida como símbolo de vanguardia. De forma contraria, el campo se establecerá como un símbolo de marginalidad. Al igual que sus habitantes, pues existe la tendencia de concebirlos como sujetos violentados. Creyentes de todo, tal y como se menciona dentro del filme: «son borregos».

De acuerdo a la Teoría del reflejo, si se analizan los medios de comunicación bajo un enfoque sociológico, deben estudiarse con base en el contexto histórico. Entonces, es posible comprender la importancia que toma la educación, pues el gobierno anterior, el de Manuel Ávila Camacho, se encargó de iniciar la Campaña Nacional contra el Analfabetismo. Igualmente, en el ámbito académico, se elimina el establecimiento de la educación socialista, decretada por Lázaro Cárdenas. Entonces, los estereotipos dados a partir de la dualidad ignorancia-educación se justifican como representaciones como una respuesta ante las inquietudes psicológicas de la época.

Finalmente, con base en Lippman, los estereotipos son reafirmados cada vez que aparecen en los medios de comunicación masiva. Así, estos son apoyados por la sociedad y de forma continua se renuevan y resurgen con otras características; sin embargo, no estas no logran cambiar el núcleo de la concepción del mismo. Por tanto, puede que los campesinos se representen como personas trabajadoras, con valores, pero la percepción en los medios de abnegación e ignorancia siempre acompañará su representación.

Fuentes consultadas

El edén sideral (2011). «Las 100 mejores películas del cine mexicano». Disponible en sitioexpresodemedianoche.blogspot.mx

Galán, E (2006). Personajes, estereotipos y representaciones sociales. Una propuesta de estudio y análisis de la ficción televisiva. Disponible en blog.comunicación.edu.mx

INEGI. (2010). Población rural y urbana. Disponible en cuentame.inegi.org.mx

Río Escondido. Dir. Emilio Fernández. 1947. Estudios Churubusco. México.

2 comentarios sobre “El campo en el cine mexicano

  1. Hola, Guadalupe.

    Primero que nada quiero decirte que se me hizo muy padre tu texto por haberlo abordado desde la narrativa cinematográfica y la manera en que representan a los campesinos. Creo que fue bastante acertado usar como referencia algunas películas mexicanas y sobre todo relacionarlo con los medios de comunicación y algunos autores.

    Sin embargo, me decepcionó un poco que en la entrada comenzaras con datos estadísticos del INEGI y que después no volvieras a retomarlos. Pensé que tal vez la importancia de añadirlos al inicio era para realizar una comparación de los estereotipos utilizados en el cine de antes y en el de ahora o algo por el estilo. De otra manera creo que no fue muy buena idea empezar así, pues no le encontré mucho sentido. Tal vez quitando esa parte y añadiendo una entrada más atractiva, hubiera estado muy padre tu entrada.

    Viridiana Martínez Sánchez

    Me gusta

Deja un comentario