Cuota Disney

Por Eric Ramírez:

Disney es una empresa mainstream. Eso no es ningún secreto en el mundo en donde vivimos, todos alguna vez han sido parte del compendio de fans que tararea una canción o repite algún dialogo dicho en algunas de sus películas. No es ningún delito disfrutar de estas, al contrario, están hechas para que todos las disfruten, para que todos las entiendan sin importar el lugar geográfico de donde vengan.

También es cierto que mucho de ese éxito se debe a que Disney se ha caracterizado por guiar a generaciones a través de distintas etapas de su vida. Comenzar con una película con valores simples; después con el canal de televisión que contiene series tanto animadas (para niños entre los 7 y 11 años algunas); series con actores en carne y hueso, destinadas a un público adolescente, y películas, muchas destinadas a la nostalgia de la caricatura con la que el público se entretenía cuando era niño. O bien, películas destinadas a un público más adulto de la mano de Miramax, Marvel y alguna otra producción de la casa grande del entretenimiento.

Incluso, Disney ha hecho tramas tan complejas, expuestos de formas tan sencillas como Wall-e o Moana, en donde se exponen valores y situaciones complejas. En la segunda, hay un tema generacional, de tradición y donde el objetivo son valores de equidad, pero no como cualquier película de aceptar al otro o a sí mismo, sino a través de un espectro social racista y donde no se acepta lo que otro piensa o cree. Igual que en Zootopia, que sigue esta misma lógica, explicada con animales y que sin querer llego en el momento donde Trump se hacía de seguidores.

Wall-e, por su parte, es una película profunda, que demuestra un mundo pos-apocalíptico, digno de cualquier documental de National Geographic. Incluso, la primera parte de esta suele ser lenta para los niños que quieren ver acción o situaciones graciosas. Sí las hay, pero no a cada instante, es una lección a los adultos a través de una película animada. Pero no deja de vender, es más, todos la pueden ver y esa siempre ha sido la apuesta de Disney.

Así como estas, hay miles de ejemplos en los que el mundo de ficticio de la casa del ratón estadounidense ha logrado colarse en la mente y vida de cada persona a lo largo de la historia. Incrementándose en los últimos años con cada vez más producciones y un calendario que más que mostrar proyectos, forman parte de la publicidad.

Volviendo al punto, y con base en entradas anteriores, había dicho que JotDown era un medio de cultura Undegraund o alternativa (https://analisisdepoliticas2017.wordpress.com/2017/03/16/undergraund-vs-mainstream/ ) por sus temáticas y temas de su propia agenda. Los temas globales los toca demasiado tarde, eso sí, con un análisis extendido o en forma bibliográfica al contextualizar los hechos con el pasado. Llega a ser narrativo y hasta poéticos algunos de los textos que la revista presenta.

Por esto mismo, es raro que una revista dedicada a la cultura alternativa, de forma reiterada escriba acerca de Disney. Es una constante, una lógica que tienen establecida y que hacen por lo menos una vez al mes. No es que no toquen alguna otra casa productora o películas de otras cadenas, sí lo hacen, pero no con el mismo discurso o de la misma manera.

Por ejemplo, hace unas semanas dieron una reseña, muy corta (para ser Jotdown) de la película Kong de los estudios Warner Bros. En esta, muestran una crítica no constructiva, más bien destructiva hacia la película que tampoco prometía gran cosa.

Hay otras excepciones, desde luego. El ejemplo de Breaking Bad, de la cadena AMC, la cual han alavado hasta el cansancio y a través de textos analíticos. Tampoco es que se la vivan criticando todo lo que no tiene que ver con Disney. O el caso de BlackMirror, que ha pasado por diferentes cadenas y ahora detrás de ella esta Netflix, la otra gigante de la que casi no se habla.

Pero con Disney es diferente. Desde luego que hay crítica a sus contenidos, también análisis a los mismos y muchas veces hasta crónicas a través de lo que significan los distintos personajes de este universo. En algunas ocasiones es una especie de añoranza a lo que veían los autores cuando eran niños, tal como lo hace la empresa del ratón.

Pero no sólo se queda en su universo de caricaturas, también con otros universos como el recientemente comprado, Star Wars. Que si bien, dentro de la agenda de una revista de cultura popular, sería obvio tener esta franquicia o dedicarle algún artículo, en JotDown por su agenda, no queda que escriban sobre esto. O sí, a su estilo y de forma “retrasada” como también he mencionado en entradas anteriores.

Sin embargo, hasta ahora un aspecto curioso es que el universo Marvel no lo han explotado del todo. Tal vez porque es demasiado mainstream para la revista o tal vez porque la lógica de la agenda no los lleva hasta allá. Sólo Guardianes de la Galaxia es tema de agenda y también era undergraund antes de la película.

Hay que aclarar también. Que series como Game Of Thrones, Stranger Things, Downton Abbey y películas como Mad Max, también son temas que constantemente tocan en la revista española. Con esa misma lógica de añoranza, alabanza y de forma tan constante que hace imposible que no llame la atención.

EL País, periódico con quien recientemente se alío JotDown no parece tener contratos firmados con Disney. Y por contratos me refiero a que no se caracteriza por darle publicidad a esta gran casa productora a través de sus diferentes medios y publicaciones. Al contrario, es raro que toquen este tema.

Por tanto, más que extraño, parece curioso que el tema de Disney sea tan reiterativo en las entradas de su revista. Es una constante, una línea y una agenda que siguen mes con mes y que no se pierden entre todas las notas, pues muchas veces resaltan de alguna manera. Ya sea en la sección “En portada” o en las principales vistas de cada sección independiente. Eso sí, siempre aparece en las más leídas, pero no en las más críticas.

 

Pie de página: Como era de esperarse, Jotdown aún no toca el tema de Venezuela en sus notas. Habrá que espera a las siguientes semanas para ver cómo y de qué manera tocan este tema de agenda. Es de mi especial interés porque podría ser un reflejo en su línea editorial ya que El País, hermano mayor de la revista ha sido un crítico constante al gobierno de Nicolás Maduro, por lo que esa entrada daría un gran sustento sobre si han absorbido del todo o no a la revista española.

Píe de página 2: El tema del atentado en Rusia y los hechos en Siria, deberían ser también un punto de partida para observar cómo tocan estos temas de terrorismo, que hasta el día de hoy han hecho caso omiso.

Un comentario sobre “Cuota Disney

  1. Erick
    Veo que has hecho un seguimiento de las notas publicadas por tu medio, de las secciones en las que se ubican y la forma en la que hablan de ellas y claro, ese es un acierto. Lo que sugiero es que seas más preciso con algunos datos, por ejemplo, cuando hablas de otro tipo de producciones como Mad Max en las que es incierto a que productora pertenecen, por lo menos yo no lo sé y como el tema del texto es Disney podría prestarse a cualquier interpretación.
    Otra cosa que noto es que al hablar de forma general, se pierden algunos aspectos que podrías aprovechar para tratarlos discursivamente, si piensas ahondar el tema de Disney o incluso en otro, entonces concéntrate en la forma en la que lo dicen, porque entiendo, por tu entrada, que se han enfocado y le han dado prioridad a las películas de la multinacional, pero igual, estaría bueno que lo demostraras y no sólo que lo mencionaras.
    Igual, cuidado con los juicios de valor a la hora de generalizar. Por otro lado, pienso que la primera parte de tu entrada, en la que describes las películas, es demasiado amplía y si no estuviera o fuera más corta, no cambaría nada.
    Xareni Márquez

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