Semana de opuestos ideológicos

Por Karina López Gaona

«La posverdad encuentra terreno fértil en la ignorancia de la gente»,  dice el antropólogo Roger Bartra respecto al concepto del 2016, designado por el Diccionario de Oxford; ésta se trata de un fenómeno basado en difundir mentiras por internet vía redes sociales que eventualmente modifican las percepciones de la realidad. Dicha tendencia, al menos en México, es susceptible a extenderse debido al analbafetismo funcional o a la lectura somera de mensajes cortos.

De acuerdo con el diccionario de dicha institución, la posverdad funciona cuando los hechos objetivos tienen menor influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales. Ahora, con la disminución de la brecha digital en el país, prácticamente cualquiera puede modificar la percepción de los hechos.

Otro de los puntos que sustentan la posverdad, según Bartra, es que la información es trasmitida como entretenimiento y se desvía la atención que evita una actitud crítica y reflexiva.

Con base en este marco, pese a que se ha dicho que Pictoline es un buen ejercicio para evitar el éxito de las fake news, uno de los puntos a considerar es el seguimiento que la plataforma da a los hechos que publica. En su mayoría, este medio lo que hace es tomar algún suceso noticioso – de preferencia que tienda a volverse viral o ya lo sea- , no obstante, en ningún momento se nota la preocupación de retomar esos hechos para darles un seguimiento.

Por su parte, Bartra también dice  que el éxito de la posverdad se sustenta con características propias de los hechos objetivos, o de la realidad en sí, en la cual predominan hechos que no son atractivos o parecen aburridos, pues éstos son más referenciales que emotivos.

Para muestra, en la semana que va del cinco al once de mayo, Pictoline publicó 12 infografías que abordaron temas basados en dos criterios de valoración periodística, la coyuntura y el interés general: los finalistas de la Champions, una guía para entender el box, las mamás del reino animal y la explicación de la conmemoración del cinco de mayo. Asimismo, se retomó información sobre el debate de la supremacía del e-book sobre el libro impreso,  el origen de la montaña rusa o las motivaciones de una surfista para seguir su profesión.

Ante un panorama aparentemente plano de información abordada por Pictoline,  se retomaron cuatro hechos del entorno internacional que se consideran transgresores de un cierto orden: la explicación de la crisis económica y social en Venezuela, la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas, la posible derrota de la lucha contra el cambio climático y la transformación de Pepe la rana en un personaje de la Alt-right.

Se tratan de hechos en los que se aprecia la existencia de polos ideológicos y que tiene una carga de ethos importante. De manera que se encuentra lo siguiente:

  1. Caso Venezuela: régimen de Nicolás Maduro vs. pueblo venezolano u oposición.
  2. Caso Macron: Macron como candidato de centro vs. Marine Le Pen, considerada ultra derechista.
  3. Caso cambio climático: miembros del gabinete de Trump que desean permanecer en el Acuerdo de París vs. miembros del gabinete que quieren abandonar el tratado.
  4. Caso Pepe la rana: creador de Pepe la rana vs. Alt right.

Estos opuestos se basan en un discurso ideológico, donde cada colectivo tiene una visión partidista que apela a la racionalidad de sus premisas de manera disimulada y al servicio de un poder. Es claro que Pictoline se apega a lo políticamente correcto, puesto que recrimina a Maduro, a los miembros del gabinete de Trump que quieren salir del tratado de París, a Marine Le Pen y a la Alt right.

En el caso 1, la recriminación se expresa al mencionar a los miles de detenidos y decenas de muertos durante las manifestaciones. Asimismo, en uno de los recuadros de la ilustración aparece un hombre que sostiene una paloma blanca muerta, misma que simboliza la coartación de la libertad y la paz. Por su parte, Maduro es representado como el principal responsable del descontento social, pues se menciona la disolución de la oposición, lo que se ve como una estrategia para aplazar las elecciones presidenciales y dar tiempo para la creación de leyes que mantengan el partido en el poder.

En el caso 2, la recriminación de Le Pen no es atribuida textualmente, sino que, mediante elementos gráficos, se aplaude el triunfo de Macron; son presentados tres escenarios con una animación cada uno, la primera es la Torre Eiffel, la segunda es el mapa de Francia y la tercera el planeta tierra. Todas éstas son diseñadas con ojos y boca y su expresión connota alivio, por lo que la excandidata a la presidencia de Francia era vista como amenazante para el entorno mundial.

En el caso 3, se refiere al Acuerdo de París, el cual tiene el objetivo de luchar con el cambio climático; sin embargo, Trump es posicionado en una situación de bifurcación, donde tiene que elegir entre dejarlo o no. El rostro de Trump connota indecisión, pero lo que apoya Pictoline es el bando que sugiere la permanencia en el tratado y se ilumina esa parte de la ilustración con color verde, que simbólicamente representa la aprobación, contrario al color rojo de la facción que quiere dejar de luchar por el bienestar del planeta.

En el caso 4, Pepe la rana es recriminada como un símbolo de odio desde el momento en que en el discurso ideológico de la Alt Right modificó el referente original -y se adoptó como una mascota que promueve el racismo y lo políticamente incorrecto -. En un principio, se trataba de un personaje de cómic creado por Matt Furie, quien lo creó para dar vida a un animal que le gustaba hablar por teléfono y fumar marihuana.

Con base en el panorama semanal anterior, se identifica que en Pictoline predomina un discurso mayoritariamente científico y racional, vertientes dicursivas que no tienen la intención de justiticar el poder, especialmente en las formulas informativas sobre datos curiosos. El uso de este tipo de infografías deriva de un entorno plano, en apariencia, o bien, donde los hechos cotidianos no trastocan valores universales o no llegan a las emociones de la audiencia. Las recreaciones de la plataforma cumplen una función de entretenimiento y enriquecimiento de conocimientos de cultura general.

En tanto a los cuatro casos mencionados, el discurso ideológico se manifiesta en hechos que son susceptibles a desembocar en una fake new por su impacto emocional y su atractivo noticioso, por lo que Pictoline actúa y carga de su ideología sus discursos, que permiten la legitimación de lo políticamente correcto. Asimismo, pese a que la información emitida por Pictoline es obtenida de medios de comunicación de renombre u otros sitios especializados – no por ello verificada– ésta es replanteada con cierto carácter de entretenimiento, lo que , contrario a lo que dice Bartra, probablemente influye en el establecimiento de un diálogo entre la audiencia, lo que es el factor diferenciador entre los dos  tipos  principales de discursos que publica el sitio.

 

2 comentarios sobre “Semana de opuestos ideológicos

  1. Comentario por: Jacqueline Ponce León.

    Hola, Kari. Como siempre, tu entrada me pareció bastante completa, ya que presentas un análisis muy rico en teoría. Conoces bien tu medio y eso se nota bastante. De nuevo, tienes ese manejo de la información, entre intercalar teoría y aplicarlo a Pictoline.

    Específicamente, en esta entrada resaltó el hecho de aplicar el modelo de comunicación de Jakobson a los discursos que maneja tu medio. No solamente mencionas de manera general, si no ejemplificas acertadamente para que tu lector entre en contexto con lo publicado. Además, retomas teoría de libros anteriores, enlistas y explicas algunos hechos tratados con anterioridad.

    Finalmente, llegas a una conclusión en la que noto un breve resumen de todos los puntos importantes tratados a lo largo de tu entrada. Sin embargo, logro encontrar algunos juicios de valor. No me queda muy claro porque dices que la información es tratada con una función de entretenimiento. Me parece que apuntar algo así, es demasiado riesgoso porque realmente no lo puedes saber al menos de que te lo confirme otra fuente.

    En el último párrafo utilizas el término “fake news”. Cuidado con la ortografía de palabras en inglés, se te olvidó agregar la última letra “s”. De nueva cuenta, te recomiendo utilizar oraciones cortas.

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  2. Karina
    Encuentro tu entrada muy esquematiza, con esto me refiero a que brindas un panorama muy general de tu medio con motivo de 4 notas, lo cual me parece acertado, ya que es una de las entradas finales y en ella muestras la forma en la cual Pictoline lee los hechos para después tratarlos y ofrecerlos a sus receptores de una forma particular.
    El uso de los conceptos también parece tener pertinencia, además de que los insertas en el texto sin que se note forzado, pues con ellos explicas o puntualizas lo que se leyó previamente, sin embargo, la primera parte (en la que hablas de la posverdad) no me resulta completamente comprensible si se contempla todo el texto como unidad, pues le dedicas una buena parte a explicar de qué trata y demás, pero luego lo dejas de lado y con lo que propones da la impresión de que Pictoline se encuentra entre lo simplón-popular y la crítica que apunta a lugares comunes.
    Por demás, te reitero que pienso que es un buen trabajo, pues al leerlo se comprende la línea editorial o la política comunicativa de tu medio.
    Márquez Chora Xareni

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