¡Vivan las mujeres…con vida!

Por Viridiana Martínez

 

Una guía para prevenir el cáncer de mamá, campañas de salud para mujeres, Foros dedicados al Día de la Mujer e incluso una sección en el portal del periódico con el nombre “mujeres”. Estoy segura de que no hay que más. Mucho más. Milenio ha intentado transformar su imagen denominándose a sí mismo como un periódico que se preocupa por la sociedad juvenil y femenil. Dedica páginas a las mujeres regalándoles guías, promociones de cocina y un sinfín de cosas banales.

La madrugada del miércoles fue localizada una joven de 22 años de edad, sin vida, en las instalaciones de Ciudad Universitaria. Este acontecimiento desconcertó a toda la comunidad universitaria. Medios de comunicación independientes y digitales, como fue el caso de Animal Político, dieron un gran seguimiento al hecho.

Estudiantes de la institución comenzaron a manifestarte desde ese momento a través de las redes sociales. Al día siguiente convocaron a las personas a asistir a charlas y manifestaciones pacíficas dentro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para exigir que se haga justicia a la muerte de la joven.

Muy pocos medios continuaron con este seguimiento. En su agenda, al parecer, existen sólo los temas “bonitos” que hablen de la mujer, pero cuando se trata de homicidio/feminicidio, mejor ni tocarlo. Milenio hasta el momento ha publicado tres notas ante el hecho: una que informa sobre la localización del cuerpo en CU, otra sobre la identificación de la víctima y la última que habla de la protesta que usuarios de las redes sociales realizaron en contra de las declaraciones de la Procuraduría General de Justicia. Las tres fueron abordadas de manera superficial.

Si bien, la información que se tenía respecto al suceso era muy poca, claramente se puede apreciar que las notas fueron un resumen de los comunicados de prensa emitidos por la PGJ, pues repiten las mismas palabras por las que las redes sociales protestaron: “la mujer que fue hallada muerta en CU no estudiaba en la UNAM desde 2014, de acuerdo con su mamá y su novio”.

Haciendo una comparación con Excélsior y El Universal, también ellos cometieron el error de copiar los datos y las acusaciones de la Procuraduría. Al publicar la nota sobre la protesta en redes con el hashtag ‘SiMeMatan’, los medios no mencionaron el contenido explícito de los tuits, puesto que los datos eran los mismos que sus notas pasadas contenían.

No sólo la PGJ cometió el error de revictimizar a la joven, sino también los medios por querer justificar su muerte diciendo que se había drogado, alcoholizado y que además no era estudiante desde 2014 y debía materias en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur.

Milenio dice tener una política casi feminista. Crea alboroto por las mujeres, pero sólo por las que aún se encuentran con vida. No fue un homicidio más. Fue el asesinato de una mujer dentro de una institución pública y reconocida a nivel mundial. Esas tres notas serán lo último que veamos en Milenio sobre el caso de la joven.

No me atrevo a decir que sea un caso de feminicidio. Ni los medios tampoco. ¿Qué significa para Milenio la muerte de una mujer dentro de la máxima casa de estudios? Nada, o muy poco. El hecho de querer conseguir la nota lo más rápido posible, llevó a los medios a no indagar un poco más del tema y repetir los mismos errores que la Procuraduría. No significa nada porque finalmente estaba alcoholizada o drogada. “Ni era estudiante”, al fin de cuentas.

A Milenio le importan las mujeres, pero sólo las vivas. Aquellas que sí pueden comprar el periódico y canjear sus cupones por una batería de cocina. Aquellas que pueden leer sus textos de moda y espectáculos. Aquellas que consuman y se suscriban al diario.

A las mujeres muertas les dedican un especio pequeño, a las vivas, toda una sección. A lo mejor es más mujer una con vida, que una muerta.